La cosa hoy va de música, señores. Ese arte elevado a los altares por muchos y denostado por otros tantos. Lean con atención para descubrir una curiosidad de 18 kilates.
Un servidor que escribe esto en ocasiones se encuentra joyitas musicales, que aunque quizás no destaquen demasiado por su calidad, le hacen echar una sonrisilla. El menda, a pesar de contar con sólo 21 años, disfruta con todo tipo de música y es capaz de saber apreciar y escuchar a cantantes y grupos como Jimi Hendrix, Alice in Chains, Raptile, The Black Dahlia Murder, Judas Priest, Tote King, Aaliyah, Selena (Quintanilla, ojo), Daft Punk o Estopa (entre muchos otros), en contra de lo que podría esperarse de la gente de su generación (todavía recuerdo la vez que una amiga mía me dijo, totalmente convencida, que quien cantaba la banda sonora de "El Bar Coyote" era Britney Spears, con dos ovarios), que casi lo único que escucha son "Los 40 principales", esos que ponen a todas horas a Lady Gaga, Pitbull y Rihanna (y mira que a mí, esta última no me disgusta para nada).
Pues bien, un día, este bloggero de dudoso éxito (así lo atestigua su blog "Smooth criminal"), bicheando música alemana (lo que tiene haber pillado hace años en la televisión por cable canales musicales de Alemania), recordó cierto videoclip que tenía como protagonista a un jugador verdiblanco, Roque Santa Cruz.