En el tiempo que lleva abierta
esta bitácora es habitual que los múltiples lectores que entran en ella
soliciten un homenaje para tal o cual jugador, sobre todo de la última década,
los más frescos en la memoria. Se han hecho artículos incluso de jugadores con
los que no había unanimidad a la hora de considerarlos dignos de aparecer por
aquí, como fueron los casos de Romaric
o Juankar.
Es por tanto algo sorprendente
que hayan sido escasos (aunque haberlos los ha habido) los que han solicitado
la aparición por estos lares de Jorge Wagner. De hecho en alguna que otra
ocasión incluso saltó la confusión. "Haced
artículo de Wagner". "Wagner ya
está hecho". "No, el otro, el del Betis". "Ahm, pues
luego si eso...".
¿Cómo es posible que un jugador
que cumple el perfil estándar para obtener el "Amigo de Kukleta Seal of
Approval" haya sido tan poco solicitado y haya demorado tanto su
aparición? Es difícil de analizar pero la verdad es que Jorge Wagner tuvo un
paso soso como él solo por nuestra ciudad. Para empezar llegó al mismo tiempo
que Vogel,
Odonkor
y
Sobis, y éstos opacaron su presencia. Después nunca tuvo un momento mítico
como pueda ser el no-gol de Marcelo
Otero, o el #Andersening.
Jorge Wagner era un tipo en el que nadie reparaba. Hubiera sido un espía
cojonudo, ya que todo el mundo pasaba de él.