TABARÉ "TAB" RAMOS RICCIARDI

1977. Montevideo. Dan las cinco de la tarde y los habitantes del pueblo se encierran en sus casas. Bajo un sol abrasador dos hombres frente a frente con las rodadoras volando a su alrededor. El patriarca de la familia Ramos y el de la familia Araujo se enfrentan en un duelo a muerte, a razón de una disputa por unas tierras. Finalmente es Ramos el más rápido y el que se lleva el gato el agua, por lo que las tierras serán suyas y podrá heredarlas su hijo “Tab”.

Un rato después todo son risas en el saloon mientras Ramos cuenta como tumbó a su enemigo. En un instante se hace el silencio. La pianola deja de tocar y las chicas dejan de bailar. Ramos mira hacia la puerta y ve allí al pequeño Leonardo De Araujo, hijo del fallecido, mirándole fijamente. Leonardo hace una pistola con su mano y hace el gesto de disparar a Ramos, que entiende en ese momento que su destino y el de su familia están sellados.

Es así como comienza la historia de “Tab” Ramos.

Huyendo del clan de los Araujo la familia Ramos se muda a New Jersey, donde el pequeño “Tab” empieza a cometer sus primeras fechorías en bandas tales como New Jersey Eagles primero, y posteriormente Miami Freedom.

En 1990 los sheriffs de la United States Soccer Federation, al carecer en el país de pistoleros profesionales, deciden reunir a las mejores pistolas del momento de las bandas amateur para la disputa del Mundial Italia 1990. Una selección en la que se encontraban siete magníficos tales como el propio “Tab” Ramos, Tony Meola, Eric Wynalda, Paul Caligiuri o Marcelo Balboa, uniéndose tras el Mundial Cobi Jones y Alexi Lalas.

El escaparate mundialista permite a “Tab” recibir una oferta para llevar su pistola a España, y acaba llegando al Figueras, en Segunda División, dirigido por un major con una labia digna de película de Tarantino, Jorge D´Alessandro.

El Figueras sorprende y está a punto de alcanzar las oportunidades de robar los grandes bancos de Primera División, por lo que el major D´Alessandro consigue una oferta para dirigir una banda (en el más amplio sentido de la palabra) de mayor caché, la del Real Betis, llevándose a “Tab” con él. Allí coincidiría con la gran leyenda al oeste de La Palmera, ROMAN KUKLETA.

En el Betis donde mandaba el commodoro Lopera se esperaba mucho de “Tab”, pero en un asalto a Castellón, el habilidoso pistolero recibiría un disparo en la pierna derecha cayendo lesionado de gravedad, y ya no podría participar en ningún atraco hasta casi el final de una desastrosa temporada para la banda.

La temporada siguiente, en la que la banda consigue el ascenso a categorías superiores de la mano del nuevo major, Serra Ferrer, apenas cuenta, porque parece un imán para las balas, sufriendo heridas que ha de tratarse en la rodilla o el menisco, pero es requerido otra vez por su patria para pasar a formar parte de nuevo de los siete magníficos para el Mundial en el que USA ejerce como anfitrión.

La primera fase del torneo es superada con cierta brillantez, pero en octavos de final “Tab” ha de enfrentarse a su destino. Colisionan USA y Brasil, que tiene en sus filas a Leonardo de Araujo, aquel mozalbete del saloon, que se la tiene jurada a la familia Ramos.

El duelo entre ambos no puede acabar peor para “Tab”, que acaba en el hospital con el cráneo facturado. Su selección fue eliminada por un disparo de Bebeto y él no volvería a defender las pistolas del Betis, banda que dejaría en diciembre de 1994, para volver a Estados Unidos, a defender los intereses de los Metrostars de Nueva York, donde permanece hasta 2002, disparando en un tercer Mundial, el de Francia 98.

Ahora, ya retirado cual Clint Eastwood en “Sin perdón”, es una de las grandes leyendas del Far West futbolístico americano, y se dedica, como seleccionador sub20, a instruir a las nuevas generaciones en el noble arte de disparar y robar ganado.

“Tab” Ramos, cabalgando hacia el ocaso con su cigarrillo en los labios.