miércoles, 19 de diciembre de 2012

CELSO RAFAEL AYALA GAVILÁN

Celso Rafael Ayala Gavilán (apodado "El chito"), jugador nacido en Asunción (Paraguay), el 20 de agosto de 1970, es el particular protagonista de nuestro artículo de hoy. Permanezcan atentos a su historia ya que Celso creció siendo lo que nosotros conocemos como un "latin lover". 

A pesar de ser un "latin lover" rompecorazones, como si de un Rodolfo Valentino se tratara, el chaval tuvo alguna que otra novia a la que fue fiel, que cuando no la tenía a su lado sentía una profunda melancolía. La primera de sus novias, al parecer, se llamaba Olimpia. Ella hacía que no andara solo por ahí, y le hacía sentirse querido. Sin embargo, a Celso le entraron ganas de conocer más mujeres, y debido también a la frialdad que estaba empezando a mostrarle su querida Olimpia, decidió dejarla, ya que además estaba recobrando su fama entre el sexo femenino. Luego vino Rosario (la cual le aseguraba que se apellidaba Central), con la cual anduvo tonteando durante algo menos de un año, en una relación en la que prácticamente no había reglas. Fue una relación de la que nunca se arrepentiría

Tras ello, vino una intensa relación (a pesar de que la gente no recomendase su unión) con una chica apodada River Plate: con ella tuvo grandes momentos inolvidables, como esos paseos por el parque de los Príncipes, sus tardes en el Café de Indias y cómo no, sus momentos íntimos (ustedes ya me entienden). Se respiraba el amor en el aire. Sin embargo, su chica le abandonó (como a mí el desodorante cuando voy al Plantinar a jugar al basket -otros como Sergio Ramos juegan al baloncesto-), ya que se fue en busca de un nuevo amor, haciéndole al pobre Celso la táctica de la liana (explicada de forma clara y concisa por el forero Woodstock aquí). Celso se quedó a cuadros. Sin embargo, recordó que, como buen "latin lover" que se precie, debía salir de fiesta a la discoteca más solicitada por la gente, ya que estaba necesitado de curación sexual, y decidió que era momento de someterse a ella. 

Cualquier mujer con la que lo hiciera sería bienvenida. Ese día, se sentía muy seguro, pensaba que era la perfección, y que por él, esa noche iban a sonar las campanas. Por él, se iba a crear su culto a la personalidad. Allí, en la discoteca, conoció a... bueno, aquello era algo más que una mujer, era un ángel. Era un monumento andante la chica (a Celso, ella se la ponía morcillona, sin necesidad de Viagra ni nada por el estilo), la cual al principio se resistía a ser conquistada por Celso. Sin embargo, la chica, la cual decía vivir en la mismita Avenida de la Palmera, y aseguraba apodarse Betis, decidió vivir el momento y no estar sola esa noche. Decidió estar con Celso durante un buen tiempo, quien sabía si sería un año incluso. Llegaron a la casa de Celso, y allí comenzó el show: la chica comenzó a hacer un striptease a ritmo de Joe Cocker. Tras ese excitante y satisfactorio espectáculo visual, la buena moza comenzó a arrimarse a Celso y éste no se pudo aguantar y le ordenó que se pusiera de rodillas y cerrara los ojos... A partir de ahí, surgió la magia y él... lo hizo: tuvo un gatillazo. La mujer no se lo podía creer, y lo echó de su casa con cajas destempladas. Posteriormente, le daría más oportunidades, pero Celso no era capaz de "hacer los deberes", ya que siempre llegaba tarde de las vacaciones a verla o no rendía en las siguentes clases de los domingos que vinieron. 

Desesperaba a la chica y a sus seguidores porque no daba una tanto dentro como fuera de las clases, así que la buena moza le dio puerta en verano, a ver si ella daba el braguetazo con otro y Celso se buscaba las habichuelas en un lugar distinto. Volvió a tontear con chicas durante dos años, especialmente con una mujer que decía ser atlética y de Madrid (la cual pretendía hacer algo con una Peineta o algo así, le dijo), con la cual acabó la cosa muy mal; y con una chavala llamada Sao Paulo. Tras este periodo, volvió con su amada River Plate (parece una relación de amor-odio), con la cual deseaba volver a quemarse en su luz y en su fuego. Y vaya que si lo hizo, tanto que estuvo otros cinco años con ella, andaba muy enamorado... 

Finalmente, estuvo un último año con una mujer (¿zorruna?) apodada Colo Colo, antes de sentar a su modo la cabeza y mantenerse soltero hasta sus días, ya que no mantendría relación activa ninguna a partir de ese día con ninguna mujer. 

PD: Cualquier coincidendia con la realidad es pura casualidad. 
PD2: Actualmente, Ayala es director deportivo del Sporting Carapeguá, equipo recién ascendido a la Primera paraguaya.

1 comentario:

Eesti dijo...

Siempre se dijo que a quien quería el Betis era a Gamarra, que era el bueno, pero Gil se metió por medio y al final vino éste.
Por cierto, Gamarra fue otro fiasco atlético (y lo gracioso es que creo que Ayala y Gamarra acabaron coincidiendo de rojiblanco).
Saludos.