lunes, 7 de abril de 2014

JOAQUÍN SIERRA VALLEJO, "QUINO"


¿Quéeeeeeeeeeeeeee? ¿Cómooooooooo? ¿Quino en el blog? Serán ignorantes estos tíos…voy a ponerles un comentario quejándome, Quino era un magnífico futbolista. No, mejor les mando un mail…o mejor les mando una carta bomba. Cago en tó…


Estimado lector que cuando has visto la foto con el maravilloso porte de Joaquín Sierra Vallejo, “Quino”, te has alterado sobremanera pensando que definitivamente habíamos perdido el poco norte que alguna vez tuvimos, coge una bolsita de papel, póntela en la boca y respira hondo, que para todo hay un motivo. Si usted se toma un segundo para darle a la pestañita de arriba, donde pone “Presentación y contacto”, al final del primer párrafo podrá leer que aquí se habla, entre otras muchas tontunas, de “futbolistas resistidos, ignorados, olvidados y CON HISTORIAS DIGNAS DE SER CONTADAS”. Y en esa última descripción es donde entra nuestro protagonista del día, pues tiene una historia digna de ser contada.

En lo futbolístico, Quino es extremadamente conocido, de hecho algunos de los más viejos del lugar (mi señor padre mismamente que alucina contándome que le vio una vez meter un gol de cabeza arrastrando la cara por el barro) dicen que es el mejor delantero centro que jamás se puso la camiseta del Betis.

Nacido el 6 de Septiembre de 1945 en Sevilla, pronto empieza a patear balones por Triana, y de los Salesianos de la calle Conde Bustillo pasa a las categorías inferiores del Betis, al Triana Balompié.

Destrozando porterías va subiendo escalafones y finalmente debuta en el primer equipo en la temporada 1963-64. Va aumentando su participación poco a poco hasta que finalmente se convierte en la figura del conjunto verdiblanco. El cenit llegaría en la temporada 1968-69, en Segunda División. Consigue nada más y nada menos que 33 goles, se proclama pichichi de la categoría y, pese a militar en la división de plata, debuta con la Selección Española. Fue frente a Finlandia, en La Línea de la Concepción, y encima marcó un gol. Con el combinado nacional acumularía en su carrera ocho partidos y tres goles en total.

La historia digna de ser contada empieza realmente en esta época. Como crack en un equipo que alterna Segunda y Primera, a Quino le empiezan a llegar ofertas de entidades más poderosas, especialmente el Real Madrid, que le manda un contrato con más ceros que los marcadores del Betis este año.

El Betis no quiere traspasar al futbolista, así que éste le dice que si le pagan lo mismo que el Real Madrid se queda. Como no se llega a un acuerdo el futbolista se niega a jugar el Trofeo Montilla-Moriles.

Tras el primer partido de dicho trofeo discute con el secretario Juan Mauduit y acercan posturas. Acepta jugar pero exige ser titular, ya que se rumoreaba que le dejarían en el banquillo para “humillarle”. Finalmente el entrenador, Miguel González, no lo pone en el once, así que Quino se coge un berrinche y se vuelve para Sevilla.

Al final acaban llegando a un acuerdo pasados unos días y Quino firma por tres años más. El jugador acaba disputando el homenaje a Grau, marcando un gol a los dos minutos de partido que le vale la reconciliación con la afición.

Pero los problemas siguen. Durante la temporada 1969-70 Quino se siente maltratado por la directiva. Dice que se quedan con su dinero a base de imponerle multas por cualquier gilipollez, lo mismito que Zoido, así que el trianero dice que ahí os quedáis, que ni tres años ni nada, que me retiro del fútbol y que os den.

Pero Quino realmente no se iba a retirar, sino que quería tensar la cuerda ya que tenía ofertas, así que para mantenerse en forma entrena en solitario en el Parque de María Luisa. Se rumorea que detrás de todo está el Sevilla, que quiere ficharle usando el Español como puente. Quino declararía en una entrevista años después que era cierto, pero que bastantes problemas tenía ya con la afición por la calle como para encima hacer eso.

A finales de la temporada 1970-71 al Betis le llega una oferta del Valencia que puede dejar contentas a todas las partes. Quino disputaría seis partidos en la recta final del campeonato con el Betis porque era requisito indispensable para el traspaso y, cuando acaba la temporada, se va al conjunto levantino por 18 millones de pesetas, convirtiéndose en el jugador español más caro de la historia en esos momentos.

Quino permanecería en el Valencia con un rendimiento guadianesco hasta 1976, cuando se marcha al Cádiz, participando de manera protagonista en el primer ascenso a Primera de la historia del equipo gaditano y en el debut del mismo en la máxima categoría. Es cuando se retira, en 1978.

Este rebelde con causa no se quedó contento tras su retirada, y se convirtió en todo un defensor activo de los derechos de los futbolistas. Por aquella época no había claúsulas de rescisión, sino una cosa llamada derecho de retención, que obligaba al futbolista a permanecer en el equipo hasta que al club propietario le diera la gana. Quino luchó contra la abolición de esta figura que equiparaba a los futbolistas a un objeto patrimonio de los clubes. En su pelea defendía que los futbolistas tenían que ser como cualquier trabajador, sin diferencia alguna administrativamente. Lo de la jornada de ocho horas diarias cobrando el sueldo mínimo se le debió de olvidar.

Igualmente fue uno de los precursores del primer sindicato de deportistas del país, la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles, o de donde trinca Rubiales). Quino fue elegido primer presidente de la misma, ocupando el cargo de 1978 a 1982 (con un ligero paréntesis en 1979, cuando ocupó el cargo Juan Manuel Asensi). Con él se harían las primeras huelgas de futbolistas, se aboliría el derecho de retención famoso o una reestructuración del cobro por los derechos de imagen. Pero aunque él nunca lo confiese, de lo que hoy día está más orgulloso sin duda alguna, es de la creación de Andrés el Ciempiés como mascota del organismo.

¿Y qué es de Quino hoy día? Pues colaborando con la Asociación Autismo Cádiz (tiene un hijo con dicha enfermedad), así que ya veis, sigue luchando hasta el último minuto.

5 comentarios:

Rinat Rafaé dijo...

Fantástico artículo. Aunque fuera un jugador muy bueno, su historia no tiene porque pasar desapercibida en una web como ésta en la que nos encantan las curiosidades tipo Andrés el Ciempies (me he quedado con la más chunga, lo sé)

FMFV 67 dijo...

Como ya dije en twitter y Don Rinat me animó a comentar aquí, quería dar un dato biográfico de Quino: es hijo del insigne poeta sevillano Juan Sierra, el cual llegó a comentar en cierto momento que, con toda su carrera literaria a sus espaldas, se le conocía como el padre de Quino.

dami fernández dijo...

Joder, hay ciertas similitudes con Joaquín Sánchez. Canterano del Betis, tiene sus más y sus menos para salir del equipo. Se va al Valencia. Y por último consigue un éxito con un equipo andaluz más pequeño: jugar la Champions con el Málaga y el otro ascender con el Cádiz.

Jose MME dijo...

Y ambos fueron el jugador español más caro en su momento.

En verdad lo fundamental es lo de Andrés el Ciempiés. Lo demás es paja.

Unknown dijo...

Quino fue el idolo de mi niñez y por supuesto es el mejor delantero centro de la historia del Betis,años despues tuve la suerte de hacerme amigo suyo - gracias al tambien betico Leon Lasa - y participar en interminables partidos de futbol en la gaditana playa Victoria con ellos y con otras figuras del futbol español como Sol,Andres y Migueli...OOOLEEE Don Joaquin Sierra Vallejo.