jueves, 4 de diciembre de 2014

EL DILUVIO UNIVERSAL, UNA DERROTA EN HUELVA, CASI UNA HIPOTERMIA Y VA Y SE MUERE FERNANDO MARTÍN


Ayer, día 3 de Diciembre, se cumplieron 25 años del fallecimiento de Fernando Martín, el primer jugador de baloncesto español en alcanzar la NBA.

En una radio deportiva nacional preguntaban al vulgo oyente si recordaban dónde estaban ese día, como si la muerte de este hombre fuera la caída del Muro de Berlín, el atentado de las Torres Gemelas o cualquier evento que marcara una vida.

Por muy impactante y triste que fuera el luctuoso suceso, no creo que casi nadie fuera de Madrid se acuerde de qué estaba haciendo ese día, pero resulta que yo sí me acuerdo, y es que aquel 3 de Diciembre de 1989 me encontraba en uno de los viajes más colussokukletiles que he tenido en mi vida para ver un partido de fútbol.


Ese día el Betis jugaba en Huelva frente al Recreativo, en el antiguo Estadio Colombino. Yo tenía seis añitos por aquel entonces y, fui de la mano de mis padres a uno de los primeros viajes futboleros de mi vida (el segundo concretamente, porque el primero había sido a Jerez unas semanas antes con triunfo por 1-3).

Tendría que confirmármelo algún onubense que tenga ya sus años, pero si aquél no fue el día más desagradable del último siglo de existencia de la antigua Onuba le faltará poquito. Hizo un frío espantoso y cayó todo el agua del mundo. Vi un señor con barba recogiendo una pareja de cada especie animal y a Kevin Costner tomando apuntes para “Waterworld”.

El campo estaba hecho un barrizal pero el partido se jugó pese a las espantosas condiciones climatológicas. Nada más empezar le anulaban de manera dudosa un gol al “Puma” Rodríguez. Mal presagio, que mira que el hombre marcaba poco que encima se lo anulen. Luego marcaba el Recre y el Betis empataría al empezar la segunda mitad.

En ese momento el frío y la lluvia hacían imposible la estancia en la grada para un criajo de seis años. Mi madre me veía castañetear los dientes con preocupación. Y tras decirle a mi padre “me lo llevo al coche que éste se nos queda aquí pajarito” salimos del estadio media hora antes del final y nos dirigimos al coche, donde me envolvió en mantas mientras caía el diluvio a nuestro alrededor y escuchábamos por la radio como el Recreativo se llevaba el partido con un segundo gol en la recta final.

Mi padre llegó al coche empapado y con el cabreo de la derrota, jurando y perjurando que no volvía a ir a ver un partido fuera de casa (cuántas veces habremos jurado y perjurado no volver a echar cuenta a nuestros equipos, en poco tiempo ya estaríamos en el coche otra vez camino de otro estadio) y cogimos la carretera dirección Sevilla, una carretera bastante peor que la magnífica A-49 que tenemos actualmente.

En el camino estábamos y la lluvia seguía y seguía. En un momento dado llovía tanto que la visibilidad a través del parabrisas era nula, con el acojonamiento pertinente al no ver por dónde íbamos. Además nos estábamos quedando sin gasolina y no había manera de encontrar un lugar para repostar.

Cuando ya empezábamos a pensar que, o bien nos estrellaríamos por aquella carretera, o bien nos quedaríamos tirados sin gasolina en medio de la nada, encontramos una gasolinera, donde pudimos parar a llenar el tanque bajo millones de litros de agua.

Mientras mi padre se entendía con el empleado de turno llegó el momento cumbre de la noche. Se fue la luz en la gasolinera. En mitad de la nada, en total oscuridad, con una lluvia como no he vuelto a ver en mi vida (la mitad de la ciudad de Huelva amaneció inundada al día siguiente) y sin gasolina en el depósito. Y encima, habíamos perdido.

No nos quedó otra que quedarnos allí los tres, dentro del coche, en ninguna parte, escuchando la radio hasta que las cosas mejoraran. Y fue en ese momento cuando nos enteramos del fallecimiento de Fernando Martín.

Finalmente la luz volvió, la lluvia disminuyó por fin, y pudimos reanudar la marcha llegando a casa sanos y salvos. And that´s kids, how I got the new that Fernando Martín was dead.

5 comentarios:

carrascus dijo...

Es verdad que ese día llovía a mares. No solo en Huelva, en Sevilla también. Mi mujer y yo andábamos de compras por ahí (sábado y Navidad cercana, ya se sabe), y volvíamos ya hacia el Polígono para dejar el coche por allí, tomar algo en casa de mi cuñá e irnos al pabellón a ver el Caja San Fernando-Forum (no me preguntéis quién ganó, porque no me acuerdo, seguramente el Forum, que ese año andaba fuerte).

Cuando estábamos parados en la calle Oriente, en el semáforo que hay frente a El Corte Inglés oímos la noticia en la radio. La verdad es que nos impactó. Mantuvimos la atención en la radio, no ya solo por saber más detalles, sino también porque se hablaba de suspender la jornada y queríamos saberlo seguro porque no nos apetecía ir al Pabellón para nada con el tiempo como estaba. Al final la jornada se jugó y solo se suspendió el partido del Madrid.

Recuerdo una cosa que comentaron en la radio y que se me quedó grabada. Cuando los jugadores del Madrid se enteraron en el vestuario, la noticia es que había tenido un accidente mortal uno de ellos, pero no se sabía quién. Al vestuario solo quedaban por llegar Fernando Martín y Quique Villalobos... imaginaos el sentimiento de todos. Sobre todo el de Antonio Martín... quien debió tener muchos sentimientos encontrados al ver que quien llegaba era Quique y no su hermano. No me gustaría verme nunca en una situación así...

Ya puestos, os diré que recuerdo también perfectamente donde estaba cuando se mató Drazen Petrovic unos años después. Estaba en el Fun Club, haciendo la prueba de sonido de Barrence Whitfield, la banda que había traído a tocar a Sevilla ese día. Mientras estaba de charla con uno del grupo vi en una de las teles que había entonces en el Fun, en la parte de arriba, detrás de la barra, que ponían baloncesto y me fijé, para ver con estupor (estaban con el volumen quitado) un rótulo que anunciaba la muerte de Petrovic. Lo comenté con el del grupo y a él también le interesó, porque resultó ser un aficionado a la NBA. Y ya estuvimos hablando todo el rato de Petrovic y de la NBA. Nos apostamos incluso cómo quedaría la final, que estaba empezando esos días de junio... no recuerdo quienes eran los equipos finalistas ni nada, pero sí recuerdo perfectamente que el resultado fue el que yo dije: 4-2 a favor del que ganó. Nunca he tenido ocasión de cobrarme la apuesta, jejeje...

Rodríguez dijo...

Yo también me acuerdo de donde estaba cuando escuché la noticia.
Me estaba duchando en la casa de mis padres (que entonces era la mía porque estaba soltero) y los domingos lo hacía escuchando "Carrusel deportivo" porque entonces existía la sana costumbre de que casi todos los partidos se jugaban los domingos a las 5 de la tarde. Allí dieron la noticia, no recuerdo bien si fue Pepe Domingo Castaño o Martín Valbuena y me dejó bastante impactado. Curiosamente, no recordaba con quién jugó el Betis ese día pero tuvo que ser fuera porque aquella temporada yo era socio.

@stukanoute dijo...

Pues yo me acuerdo que ese día venía del campo del Sevilla y estaba en la parada del 2 de Marques de Pickman con mi tío y fué el que lo dijo (con su radio en la oreja). No caía agua. Creo que aquel día jugamos con el Oviedo. Creo.

Anónimo dijo...

Pos yo estaba repartio entre los cohone de mi padre y los óvulos de mi madre. Ah, y no llovía

Choco contaminao dijo...

Yo estuve allí (17 tenía) como buen choquero para ver al Recre ganarle al Betis tal y como ha descrito el colega, en medio de un diluvio que me calo hasta el alma. Juraría que se estaba jugando el partido , cuando un amigo, ahora compadre, que llevaba radio (la caña que le dábamos con eso) , me lo dijo. Me quede en shock