Corría el año 2005. Media ciudad
se volvía loca por haber ganado la Copa
del Rey y haber sido el primer equipo de Andalucía que entraba en Champions
desde que se llama Champions.
La otra media, liderada por José
María Del Nido, estaba algo mosqueadilla. Del Nido se arremangó el traje, dijo
que era hora de dar un golpe en la mesa y que el vecino volviera a ser tan
inferior como lo era en los años 40.
Deportivamente, en poco tiempo,
consiguió una diferencia aplastante y hasta humillante con seis
títulos y varias clasificaciones para la Champions dentro de ocho
participaciones europeas consecutivas. No había color.
Pero Don José María siempre se
sintió incompleto. Para que el recuerdo del Betis quedara borrado de su
(amplia) cabeza tenía que dar un último paso, superando al conjunto verdiblanco
en un último apartado.
En ésas estábamos cuando apareció
Manuel Vizcaíno, jefe de marketing del club, ya mencionado en esta casa, y más
de una vez, al que, a lo Troy McClure, recordarán
por éxitos anteriores como “Ensalada
de pepino en colegio femenino”, “El
profesor de francés, la alumna aplicada y las prácticas de mamada”, “Independence
Gay” y “El
facha coge su bandera y te la mete toda entera”.
Del Nido contó a Vizcaíno que, en
los años 50, con el club en Tercera y al borde de la desaparición, el Betis
había rifado varias cosas antes de los partidos. Como se puede leer aquí,
entre los artículos rifados podíamos encontrar un lujoso comedor de la “Casa
Matamoros”, una máquina de coser marca Alfa, una máquina de escribir Olivetti
(güeno), y entre todos destacaban un carro con dos mulas y alguna vaca.
Del Nido quería superar eso, y
como había hecho con los títulos, a lo grande. Ya si hubiera rifado en estos
tiempos algo de ese nivel habría sido curioso, porque la necesidad del Sevilla
de hoy no es la del Betis de entonces. Del Nido se encomendó a Vizcaíno para
que superara todas las barreras.
Vizcaíno pensó en primer lugar en
lo más llamativo de las rifas béticas, la vaca, pero como bien sabe el bueno de
Marcelino García Toral, las vacas tienen muchos usos.
Finalmente Vizcaíno se decantó
por un maravilloso microondas. Como podemos leer en este
foro lleno de sevillistas indignados por la propuesta, se sorteó en el
descanso de un Sevilla-Sporting en 2010, saliendo el socio premiado al césped
para recoger su galardón, pudiendo agradecerlo ante las cámaras de SFC TV,
los micrófonos de SFC Radio
y los videomarcadores
del estadio. En un alarde de cachondeo propio de la muchachada sana
que abunda en esta ciudad, parte de la grada empezó a cantar “que lo
enchufe, que lo enchufe”.
Fue el punto y final a la gran
obra de Del Nido, que sonrió tranquilo y pensó en que ya
podía retirarse, el Betis ya no tiene nada que el Sevilla no tenga.
4 comentarios:
muaajaajaajajaaaa! poleee! quiero mi micro!!!!
Microondas se sortean todas las noches en cualquier discoteca sevillana. Microondas femeninos, porque existen mujeres microondas.
Ah ¿que no sabes qué es una mujer microondas? Pues es aquella que, al igual que dicho electrodoméstico, te calienta pero no te "cocina".
Un genio don Manolo Vizcaíno, visionario como él solo.
Venga que ya tenemos adjudicados nuestros dos primeros microondas!! para el niño y par ala niña, vamos con los microondas comprando tu papeleta en Amigos de Colusso contra Amigos de Kukleta y después del Microondas a por el Perrito Piloto y la muñeca chochona oiiiiggaaaaaaaa
Yo me caliento mi vasito de leche con colacao antes de dormir en el microondas pero me se ha estropeao y quiero uno
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