lunes, 4 de febrero de 2013

EL ESPAÑOLIZADOREITOR NOMINAL

Hay que ver lo poco que cuesta en esta ciudad españolizar el nombre de alguno de los jugadores extranjeros que pasan por la ciudad, el otro día escuché como Stevanovic era rebautizado como “Esteban” y apenas lleva unas semanas en la ciudad. No ha sido el único caso y no será el último, pudiendo incluso formarse un once (¿de garantías?) de jugadores que pasaron por el españolizadoreitor nominal que vendría a ser más o menos este:

En la portería estaría Rinat Dassaev, al que las múltiples transcripciones de su apellido (bien podía ser Dassaev, Dasaev o Dasáyev) y la nula predisposición del sevillano para pronunciar adecuadamente su apellido en un correcto ruso (Дасаев) lo bautizaron rápidamente con el nombre de RINAT RAFAÉ, y así se le cantaba en el Ramón Sánchez Pizjuán con aquello de “Rafaé, Rafaé, Rafaéeeee; Rafaé, Rafaé, Rafaéeeee; Rafaé, Rafaé, Rafaéeeee; oh Rafaé ¡Rafaé!”

En defensa alinearíamos a Faruk Hadzibegic, conocido por todos como “PEPE" al parecer porque cuando en el club intentaron pronunciar su nombre no había manera de pronunciarlo bien y le dijeron "mira, te vamos a llamar Pepe, ¿Te parece bien", él dijo que si y ahí se le quedó. A Pepe lo acompañarían en defensa Iulian Sebastian Filipescu, (actualmente dedicado a la reparación de chapa y pintura de coches) más conocido por la afición bético como FELIPE por la similitud del nombre con su apellido y Dusko Tosic, al que a causa de su esperpéntico rendimiento en los tres meses que estuvo en Sevilla se le acabó conociendo como TÓXICO.

En el centro del campo tendríamos un demoledor trivote conformado por Luca Cigarini y Tiberio Guarente, más conocidos en esta casa como AGUARDIENTE y CIGARRITO, cuyas alocadas aventuras les hemos ido relatando en este blog a lo largo de estos meses y por Petros Marinakis al que su desbocada melena y su nulo rendimiento le rebautizaron guasonamente como MARIPAQUIS y de carrilero pondríamos a  Ted McMinn, al que cariñosamente se le llamaba MANOLÍN para no herir sus sentimientos con pronunciaciones incorrectas de su apellido, dado la siempre difícil dicción escocesa.

Ya en la punta de ataque, seleccionaríamos a tres hombres de pasado verdiblanco tales como Helmut Senekowitsch, aquel austriaco aficionado a la Pepsi Cola que jugó a principio de los sesenta en el Betis y que por razones obvias (¿Senekowitsch? ¿Schwarzenegger? ¿Es que ningún austriaco tiene un apellido normal?) era conocido como SÉNECA, al británico Peter Barnes, al que tradujeron su nombre para llamarlo PEDRO y a Ralph Meade, que nada más llegar y tras un par de actuaciones desafortunadas (que serían la tónica general de este jugador con la camiseta del Betis) fue bautizado como RAFAEL CAGADE.

En el banquillo y atentos a ver si lo de “Esteban” cuaja para meterlo en la convocatoria podríamos incluir a Carlos Alinho, al que en su presentación como bético y tras los pertinentes toques de rigor le gritaron aquella genialidad de "¿ALIÑO? ¡Tú no eres ni un mal gazpacho!".

Como siempre, cualquier aportación que tengan a bien realizarnos en los comentarios no hará más que enriquecer la leyenda del fantástico equipo que hoy os presentamos.

6 comentarios:

Dani dijo...

Para decir un nombre austríaco en condiciones, hay que meterse una alpargata en la boca e intentar decr Pamplona.

Anónimo dijo...

Babalón de Oro es otro

Anónimo dijo...

Buenas,

Me llamo Juan González y trabajo en el sector del Poker y de los Juegos Online. He visitado su blog y me preguntaba si estaríais interesados en una colaboración. Les agradezco en antícipo su respuesta.
Mi mail es juan.gonzalez.garcia.80@gmail.com.
Un cordial saludo,

Juan González

Rinat Rafaé dijo...

Hola Juan González, aquí los ases, como habrás podido comprobar brillan por su ausencia, así que ya de antemano tendriamos las cartas marcadas.

Juanca dijo...

Jajaa hombre yo me se de otros equipos. Estaba (Manolo) Amunike, Manolito (Adebayor), Mortadelo (Mirosavlejic, que se cabreaba y todo...)

Rinat Rafaé dijo...

jajaja lo de Manolito Adebayor era de traca, Inda y sus pajas mentales...