FRANCISCO JOSÉ DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ “CIPRI”

Hoy en día vemos con relativa normalidad como el jugador español juega en otras ligas ya no solo del continente europeo sino por todo el mundo (México, China, Catar…).  La tiesura sin fondo que asola al país en general y al fútbol en particular (a no ser que tu equipo se llame Real Madrid o Barcelona, donde entonces por obligación moral debes gastar 100 millones de euros de temporada) ha hecho que en la actualidad no son solo  sean los jugadores en el ocaso de su carrera quienes se planteen su desembarco en un paradisiaco retiro dorado en cualquier liga menor pero ansiosa de invertir sus petrodólares por ver en directo algunas de sus viejas glorias favoritas, sino que también jugadores jóvenes en el inicio o incluso a mitad de su carrera, ante la falta de ofertas satisfactorias para continuar con el desarrollo de su profesión en nuestra Liga, optan por emular a miles de jóvenes españoles y emigrar allí donde le ofrezcan ganarse el sustento. No hablamos de casos como los de Luna, Cañas, Luis Alberto, Adrián o Campaña, que quiera que no optan por ir a la Premier ante el poderío económico que muestra cualquier equipo de las islas (aunque sea un Crystal Palace de la vida) sino de casos como los de Gallardo (emigrante en Hungría), Bezares (en Kazajistan y Bielorrusia) y tantos otros que desembarcan el ligas como la griega, la turca, la chipriota o incluso en la Malaya o paraguaya .

Pero hace tan solo 15 años la situación era completamente la opuesta. El fútbol español era el que partía la pana (aunque el resultado sea la situación que vivimos hoy en día), cualquier Zaragoza te fichaba a la estrella del Aston Villa y al grueso de jugadores les resultaba relativamente fácil encontrar un acomodo para ganarse un sueldo digno si no en primera ni en segunda si al menos en 2ªB o incluso 3ª, por ello sorprende encontrarnos un caso como el de Francisco José Domínguez Rodríguez, más conocido en el mundillo futbolístico como Cipri.

Este extremo derecho de gran velocidad y turbador dribling nacido en Sevilla el 14 de septiembre de 1973 se formó en la Asociación Club de Campo y en el Alcosa antes de ingresar en la cantera del Betis pasando por el juvenil, siguiendo por el filial (donde comparte vestuario con Pedro Illanes, Quico o Redondo) e incluso contando para el primer equipo entrando en alguna convocatoria en Copa del Rey. En la temporada 1995/96 y viendo que quizás en el Betis no se confiaba del todo en sus posibilidades, Cipri decidió aceptar una oferta del Sevilla FC que lo llevaba siguiendo algún tiempo para formar parte del filial, donde coincidiría con jugadores como Arturo, Lauren, Santaella, Salva Ballesta o Míchel.

Debido a que de nuevo las oportunidades para promocionar al primer equipo eran escasas, decide dar el salto de categoría para foguearse en una exigente segunda división de la mano del CD Toledo donde las cosas no le van del todo bien, es por ello por lo que no tiene reparos llegado el verano de 1997 en liarse la manta a la cabeza y lanzarse a la aventura buscando acomodo en el Nexaca mejicano primero y en el Borussia de Berlin después, sin que éstos lleguen a contratarlos, por lo que empeñado en hacer su particular Erasmus futbolera acepta la extravagante oferta del Ionikos griego convirtiéndose de esta manera en el primer jugador español en jugar en el fútbol heleno. Un año dura la estancia de Cipri-Homero en la casa de Ithaca para regresar de nuevo a España de la mano del Real Jaén.

Otro año en el Sevilla B precede a la gran aventura de su vida cuando decide embarcarse en  el intento (fallido) de dar el salto al soccer estadounidense, y a pesar de que es elegido en el Draft por los Colorado Rapids (por favor no se pierdan la camiseta del antecesor de los Rapids –los Colorado Caribous- en los 70) finalmente el equipo de la pedanía conileña no tiene a bien contar con sus servicios y fue en el Marbella quien le ofrece cobijo, abrigo y un equipo en el que asentarse.

Tras cuatro años en el club costasoleño, emigra a la cercana Algeciras para a continuación vivir otra extravagante aventura (con el objetivo de perfeccionar su inglés) en el Lanelli FC de Gales y finalmente colgar las botas con 33 años ofreciendo sus últimos retazos como profesional en el Antequera.  

Tras su retirada a este autentico pionero de la emigración futbolística del futbolista obrero aun le picaba el gusanillo del balón por lo que en los últimos tiempos hemos podido verlo con la selección española de Fútbol Playa (¿Qué fueron de esos partidos tan guapos de fútbol playa que televisaban en verano? ¿Televisan cualquier torneo sub-14,5 de mierda y no el fútbol playa?) y en uno de nuestro refugios favoritos: La liga de fútbol indoor, donde ha defendido el escudo de las trece barras. Para que los cantares de sus viajes no quedaran en el olvido, Cipri relató en una bitácora los momentos más importantes de su largo caminar. Aun le quedarán aventuras para completar ese álbum, seguro.