jueves, 23 de febrero de 2012

JOSE MME

Feria de 1983. Dentro de una familia de lo más bético llega nuestro protagonista de hoy al mundo. El primer partido que el Betis jugaría tras su nacimiento saldría derrotado del Pizjuán.

Cualquier padre futbolero habría tomado esto como una señal de mal fario y habría alejado a su hijo del Betis lo máximo posible, pero no el suyo. Además de leerle del derecho y del revés unos volúmenes con la historia del equipo verdiblanco, se empeñó en llevárselo de vez en cuando al Villamarín, y parece ser que traía suerte, porque nunca perdía cuando se lo llevaba, así que en un momento de terrible necesidad, principios de los años noventa, decide ayudar a su club haciendo socio a su hijo, aquello fue el comienzo. Y el carnet fue estrenado con una victoria frente al Athletic de Bilbao por 1-0, gol de Ivanov.

La estadística de que “El Betis nunca pierde cuando me llevo al niño” se quebró pronto y es que fueron años muy duros para el beticismo, el equipo descendió y le siguieron tres años en Segunda. Al chiquillo le pasó lo lógico, que de tanto ver fútbol se le antojó jugarlo, así que entró a formar parte de los benjamines del equipo de futbito Olimpic de Triana.

Allí algún entrenamiento compartió con Dani, por entonces en el equipo alevín del Olimpic, quién sabe si en otras circunstancias él habría sido quien marcara el gol que le diera el Betis un título, pero bueno, siempre quedarán otras opciones.

La verdad es que el muchacho no jugaba demasiado, y es que su entrenador pensaba que no era demasiado bueno. Eso no era totalmente cierto, y es que hay que tener en cuenta que este muchacho sólo sabía escuchar en casa a su padre decir que el Betis era el mejor equipo del mundo. Luego se lo llevaba al estadio y veía jugar a “Puma” Rodríguez, Rodolfo Dapena Dapena, Trujillo, Monsalvete y sobre todo al GRAN KUKLETA. Si su padre definía aquello como “el mejor equipo del mundo”, ¿qué podía hacer el chaval sino imitarles? No es que fuera malo, es que recibía información sesgada.

Su currículum en el Olimpic acabó proclamándose en su segunda temporada Campeón de Sevilla de la categoría, recibiendo la consiguiente medalla que aún conserva. El que jugara una media de 1 minuto por partido no quiere decir nada, pues a lo Pepe Reina él fue decisivo a la hora de hacer grupo y sin duda sin ese buen ambiente que él consiguió el triunfo no habría sido posible.

Aunque evidentemente el Campeonato de Sevilla destacaba sobre todos, consiguió tres títulos en el club trianero, uno de ellos en un torneo disputado en el Parque de Los Príncipes. Aquel día se emborrachó de gloria emulando a ídolos como Platini, Tigana, Giresse, Battiston… Aunque también es posible que el Parque de los Príncipes donde consiguió su gran éxito fuera éste. Ustedes deciden cuál es la realidad.

Con los años se fue dando cuenta de que estaba muy por debajo en calidad futbolística respecto a los jugadores profesionales, así que se dedico a estudiar para poder superarlos en algo. El día que acabó la EGB ya había superado en ese aspecto al 95% de ellos. Luego continuaría hasta licenciarse, eso sí, sin perder nunca de vista al Betis.

Sus ansias futboleras se limitaban a golear en los partidos de la clase de gimnasia, hasta que en los cursos superiores le tocó una profesora cabrona que odiaba el fútbol y se acabaron los partidillos. Sólo le quedaron las pachanguitas vespertinas en el Charco de la Pava (en las que evolucionó a portero) y después con los años ni eso.

Pasaron los años. Siempre le gustó escribir, además del fútbol, y un buen día se encontró con un blog que se asemejaba mucho a una idea que él había tenido. Contactó con el gestor del mismo y empezó una colaboración que ha llegado hasta hoy, llevando, entre otras cosas, la sección titulada “Historias de Oselito”.

Algunos pensarán que el nombre de la sección viene porque él se llama Jose y cuenta historias, buaf, qué original. Bueno, es cierto, pero no es toda la verdad. ¿Recordáis aquellos volúmenes con la historia del Betis que su padre le leía de pequeño? Si no os acordáis rabito de pasa que no hace ni un folio que lo he escrito. Bueno, pues en esos libros venían unas tiras cómicas que a él le gustaban mucho. En la Sevilla de la primera mitad de siglo, Andrés Martínez de León creó un personaje llamado Oselito, que relataba las vivencias del típico tópico sevillano con mucha gracia. La obra cumbre del personaje fue el usarlo por las Bodas de Oro del Betis para narrar la historia del club, en base a unas tiras cómicas que venían en dichos libros.

Ésta es su historia. Si alguien alguna vez cree que se equivoca escribiendo ciertas cosas sobre “Amigos de Kukleta”, que sepa que lo hace desde el cariño y con conocimiento de causa, y es que no deja de ser uno de ellos.

2 comentarios:

Rinat Rafaé dijo...

¡¡EPICO este Amigo de Kukleta!!

Juanca dijo...

Ohhh que bonito!!! Que emocion, ha quedado muy chulo la verdad!!! Esk todo lo k os proponeis os sale bien, no como a este perroflauta que os escribe...