SUPER TOM DE MUL

La emoción se apodera de mí. Aquel comecocos me ha brindado la oportunidad de escribir en este nuestro blog favorito para hablar nada más y nada menos que de un grande de nuestro fútbol: Tom de Mul.

¿Quién construyó las piramides? ¿Existen los extraterrestres? ¿Qué edad tiene Ana Obregón? ¿Cómo consiguió Mosquera el Balón de Oro al mejor defensa sudamericano? ¿El fin del mundo será este año?¿Tom de Mul es buen o mal futbolista? Desgraciadamente no podemos responder a todos estos misterios, pero vamos a intentar analizar el de Tom de Mul… Aunque teniendo en cuenta que desde que vino hace cinco años solo lo hemos visto en 16 partidos entre todas las competiciones y en 9 tan solo en Liga mucho no podremos resolver. Y más teniendo en cuenta que en casi todas salió del banquillo.

El joven Tom dio su salto al fútbol de alta competición de la mano del Ajax, donde pateaba el balón con la misma ilusión que otra joven promesa llegada desde tierras holandesas a nuestra ciudad. Los maldinis del fútbol sevillano despertaron la ilusión de todos diciendo que era un buen fichaje: “Illo yo lo he visto jugar con el Ajax y tiene cositas”, “Pedazo de fichaje". Desde luego, algo bueno debía tener al haber debutado con la selección de su país, Bélgica, aunque una selección que ha llegado a convocar a Gaspercic no debe ser de mucha confianza... En fin, el ilusionante fichaje llegaba con buena mercancía pero debía enfrentarse al que ha sido su némesis y contra el que ha salido perdiendo, Jesús Navas. Y es que nuestro rubio protagonista se acostumbró a ver los partidos desde el banquillo o desde la grada en favor del palaciego. A pesar de todo, fue convocado para la selección belga en las Olimpiadas de Pekín 2008 realizando un digno papel.

Pero el sueño olímpico fue breve y Tom volvía a la dura realidad en el Sevilla... ¿o no? Ya que en su segunda temporada logró incluso anotar un gol al Getafe y en su propio estadio. A pesar de abrir su hambre goleadora, los técnicos no confiaban en él, y eso que se ganó a pulso el cariño del sevillismo. Quizás por su aspecto entrañable, tan rubito, tan blanquito y que al no jugar podía haber tenido un hueco como mascota tras el fracaso de Locco. Algunos piensan que la afición no quería que abandonara el equipo por otras razones, pero el caso es que volvió a su país en busca de mejor fortuna. En una primera cesión al Racing Genk jugó sus partidos e incluso siguió saciando esa hambre de gol que abrió en Getafe.

El no jugar no impedía que engrosara su vitrina con títulos como la Copa del Rey. Y lo de no jugar es literal, ya que nuestro desdichado amigo no jugó ni un solo minuto esa temporada, al igual que le ocurrió la siguiente en el Standard de Lieja. Sin minutos ni siquiera en su país, aquel canterano del Ajax no encontraba equipo en el que recalar antes de acabar su contrato con los nervionenses, pero sacó su garra belga y De Mul se enfrentaba al que sería su gran año. Marcelino llegaba queriendo recuperarlo si seguía y vaya si lo consiguió. Al menos para los partidillos amistosos, ya que en competición oficial siguió sin disputar ni un solo minuto. Muchos años después, Tom volvía a ser titular con la camiseta del Sevilla en el trofeo Teresa Herrera siendo de los mejores durante los 45 minutos que jugó. Pero su gran momento como sevillista estaba aún por llegar, y es que, pese a no jugar, era ya un veterano en la plantilla e intervenía en los conflictos para solucionarlos si lo viera necesario. Por eso, un amistoso contra el siempre competitivo Legia de Varsovia fue su momento para callar bocas y mostrar su galones en el equipo nada menos que comandando este equipo como capitán. Este fue su broche de oro a su extensa pero a la vez breve carrera por el Sánchez Pizjuán.

Tom finalizó su contrato el pasado 30 de junio y se ha ido sin hacer ruido. El club estaba preparando toda clase de homenajes: el típico vídeo emotivo en el videomarcador repitiendo una y otra vez su gol contra el Getafe y su foto con el brazalete de capitán; la rueda de prensa de despedida, con los títulos que ha logrado desde que llegó y hasta un partido homenaje del Sevilla actual frente a una selección de jugadores históricos del club que ya habían sido escogidos y hasta se tenía pensado el equipo titular. Del Nido incluso había anunciado que para ese partido el equipo se llamaría SFdM (Sevilla Fútbol de Mul). Pero Tom es más sencillo y ha negado toda clase de homenajes. Le deseamos lo mejor y que en su nuevo equipo (si lo encuentra) tenga mejor fortuna que aquí. ¡Tom de Mul es nuestro líder!

PD: Agradecer en general a todo el equipo de Colussos contra Kukletas el poder dejarme escribir este artículo y en particular a Rinat Rafaé por haberme dado ideas y echarme una mano a la hora de escribir el artículo. No he resuelto la duda de si De Mul es buen o mal jugador y quizás algunas cosas han sido un sin sentido, pero que esperábais, su carrera en el Sevilla ha sido igual y este es mi homenaje.

 Artículo cortesía de Pablo Pozuelo.