viernes, 26 de octubre de 2012

LUCAS EZEQUIEL TRECARICHI LOIÁCONO



La lógica de la ecuación es aplastante. Si Colusso era el nuevo Maradona, el actual sucesor del pelusa, Messi, es el nuevo Colusso y si Trecarichi es (era) el nuevo Messi pues por fuerza Trecarichi debe ser también el sucesor de Colusso.

Obviando que a este silogismo aun le falta que Messi se enganche a la farlopa y decida rehabilitarse durante un añito gambeteando por las canchas de la ciudad deportiva sevillista, lo cierto y verdad es que la última frase del anterior párrafo no va para nada desencaminada y es que este (aun hoy insultantemente joven) argentino nacido en Buenos Aires la turbia, bochornosa y calurosa mañana del 12 de febrero de 1991 es uno de las últimas víctimas de la maldición de “el nuevo xxxx” de la que ya le hemos hablado en alguna ocasión y que siempre acaba con el mismo resultado: El fracaso.

Desde Leganés con amor llegó el “nuevo Colusso” a la Ciudad Deportiva con tan solo 16 años, aunque previamente había madurado como deportista y como persona humana en los escalafones inferiores del River Plate, del que quedó desvinculado con tan solo 14 años para dar el salto a Europa de la mano del equipo madrileño. 

Seguido por otros equipos europeos como el Arsenal, el Sevilla se adelanta a todos sus competidores gracias a la mediación de Víctor Orta, al que conocen el día en el que los nervionenses jugaban la final de la Copa del Rey en el Bernabeu contra el Getafe, por lo que no es difícil adivinar que en un estado de éxtasis mientras los cubatas pasaban de mano en mano para celebrar el título (no así para el pequeño Trecarichi, que era menor y los chavales de 16 años no pueden beber) Víctor le prometiera al chaval que lo fichaba para el Sevilla. Así el nuevo Maradona/Colusso/Messi se incorpora puntual a su cita con el Sevilla Atlético al día y hora fijado por el club junto a otros nuevos compañeros como Perotti o Armenteros que pisaban igualmente por primera vez las instalaciones sevillistas.

Su primera temporada debía considerarse en cierta manera como un poco de aprendizaje y adaptación, era joven y aun debía asimilar su situación, aun así y a pesar de que el Sevilla Atlético realiza la mejor temporada de su historia, los 58 minutos repartidos en tres partidos que juega esa temporada se nos antoja un balance demasiado pobre para un chico tan prometedor. Menos explicación le encontramos aun a su segunda temporada, donde ya en edad de medio merecer solo es alineado en poco más de cien minutos  en seis partidos, con el agravante de que el filial realiza una pésima campaña que da con sus huesos de nuevo en 2ªB, pero ni aun así parece que se decidieran a contar con el pobre Lucas Ezequiel.

Desesperado y sin saber que ocurría, quiere probar fortuna en otro lugar, así que el Sevilla le apaña una cesión de seis meses en el Huracán argentino por petición expresa de su entrenador y ex escudero de Valdano, Ángel Cappa. Tras estos seis meses regresa pero vuelve a salir cedido a la Ponferradina para tener minutos y continuar formándose como futbolista pero aunque sus  números no mejoran, por lo menos la experiencia le otorga el ser participe de la alegría de toda una ciudad que festeja el ascenso de su equipo. 

Tras esta última aventura, the new Messi se desvincula definitivamente del Sevilla FC, pero no con tristeza y malos rollos, si no agradecido, sintiéndose afortunado la oportunidad brindada y presumiendo de la inolvidable patada que en un entrenamiento le propinó su amigo Dani Alves y se marcha al CSKA de Sofía, con el que gana la Copa, juega la UEFA y con el que vive el momento culmen de su vida deportiva, como él mismo ha manifestado: jugar en Europa contra el Besiktas del mismísimo José Mª Gutiérrez, “Guti”, un honor del que lógicamente no puede presumir cualquiera. Problemas de impagos le hacen salir de Bulgaria con destino Chile para enrolarse al Huracán San Felipe, donde actualmente continua ganándose el jornal y el pan de cada día con su profesión, que oigan, no es poca cosa hoy en día, y además, que uno no tiene porque ser un Messi de la vida, que hay personas que con ser un jornalero más de lo que más le gusta son felices y Trecarichi lo es. ¡Sus cojones ahí!

2 comentarios:

Alfonsobis dijo...

Para cuando un post del mismísimo Colusso? Kukleta (DEP) ya tuvo el suyo aprovechando los motivos que todos conocemos pero a Colusso también nos gustaría mucho verlo por aquí...

Rinat Rafaé dijo...

Solo caben dos posibilidades para ello amigo Alfonsobis: Que se muera (dios no lo quiera) o que se acabe el blog. Y ojo que el artícul oestá ideado ya eh!!